LAS TRES FASES DE UNA TARDE-NOCHE-MADRUGADA DE FIESTA COMPLETA - I

La previa

¿A qué llamamos previa? ¿En qué momento empieza y cuándo sabemos que hemos pasado a la siguiente fase de la noche? ¿Cómo la distinguimos, qué tiene de diferente con respecto a las dos próximas fases? Para empezar introduciremos una definición básica, aunque no universal, pues el concepto de previa no está todo lo acuñado que debiera, y a veces se confunde su significado con el de otros términos, como el de prólogo, a comentar en el siguiente capítulo. Grosso modo podemos definir previa como la fase de la tarde-noche-madrugada correspondiente generalmente a la tarde-noche que comienza con una intoxicación etílica nula y termina con un nivel positivo de alcoholismo.

Hace referencia a la etapa en la que caen las primeras birras, los primeros cubatas y las correspondientes mangas empiezan a hacerse notar. Puede presentarse en diversas formas y lugares, bien como botellón en una plaza o con enormes y repetidas pintas en un bar (pongamos... el West). He aquí una clasificación de los distintos tipos de previa.

Previa-botellón: Puede ser en la mencionada plaza, bien en un parque o en un banco cualquiera. Normalmente se hace en un lugar relativamente cercano a la zona de fiesta en cuestión, o al menos no separado de ésta por un trayecto cuya duración sea superior al tiempo requerido para el bajón del pedo (referencia a “Tipología de la borrachera”, B.Yeltsin).

Existe una variante dentro de la previa-botellón, denominada PLV, Previa en Lugar de Verbena (si bien el término verbena ha perdido hoy en día su uso, se sigue utilizando dentro de esta expresión). Ocurre, como su propio nombre sugiere, cuando se realiza a pocos metros de la zona festiva en cuestión. No debe confundirse con la previa total (lat. Previus totalus), que se da cuando la previa es la propia fiesta, como en el caso de la champanada de Sarriko, o los archimencionados macrobotellones.

Previa en bar: Para este tipo de previas se suele acudir a bares tipificados como de trancas (del cast. Tranquilidad), o también conocidos como de cañas. Lo que identifica a estos bares frente a los pubs festivos o erótico-festivos es generalmente la presencia de mesas sobre las que depositar las bebidas y el relativamente reducido volumen de la música. Esta previa es lógicamente más cara que la previa-botellón, pero se compensa con la calidad de la bebida, la comodidad de los asientos, la música y, generalmente, la presencia de objetivos desconocidos con los que cruzar las miradas.

Previa de bares o poteo: A diferencia de la anterior, esta modalidad no requiere de una mesa para poder llevarse a cabo, basta con la barra o, sencillamente, el equilibrio personal. No es recomendable sentarse porque probablemente la consumición será de una o, como mucho dos rondas, en cada bar. Es aconsejable para grandes noches, ya que el constante cambio de ambiente va despertando las ganas de fiesta (en un servidor, al menos, así es)

Previa personal: Ésta, a diferencia de las otras, no es excluyente, pues suele darse, cuando se da, antes de la previa colectiva. La constituyen las dos ó tres cervecitas (ó 4 ó 5) que uno se toma en casa mientras se afeita, se viste, se prepara y/o charla por el messenger. En ocasiones especiales se puede sustituír la cerveza por una copita de vino o de whisky, pero no es recomendable para empezar.

Previa de celebración: En ocasiones contadas como cumpleaños, bodas o días erótico-festivos, este tipo de previa viene siempre acompañada por un banquete opulento, por lo que el alcohol va siendo mejor asimilado por el cuerpo.

Generalmente y excepto la ya mencionada previa personal, estas clases de previas son excluyentes. Sin embargo existen días erótico-festivos especiales, especialmente uno muy concreto, que permiten la combinación aditiva de varias previas: nochevieja. Se recomienda en este día empezar con una previa de bares sobre las 6 u 7 de la tarde (en este caso es preferible realizar la ronda en el exterior de los bares, ya que el ambiente en la calle, pese a la época del año, es casi más caluroso que dentro de los locales). Posteriormente se realizará la previa de celebración, generalmente con la familia, de 10 a 1 ó 2 de la madrugada, aproximadamente, para dar pie a la previa-botellón ya de nuevo con los amigos, camino a la zona de fiesta escogida (se recomienda en este punto, como aportación personal al mundo de las previas, llevar embotellada una combinación de champagne y helado de limón conocido generalmente como sorbete).

Como veis, el tema de las previas es muy amplio y daría para escribir una tesis doctoral, pero en este escueto ensayo cuyo tema es más general que el de las previas es preferible pasar de página y dirigirnos hacia la siguiente etapa de la noche. Sólo decir, como último comentario en este apartado, que el lector de este ensayo es libre para decidir cómo combinar las previas entre sí, o cuáles realizar o suprimir, acortar o alargar... las posiblidades son infinitas, el mundo de las previas da mucho juego.

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